El descenso

El descenso seduce
como sedujo el ascenso.
Nunca la derrota es sólo derrota,
pues el mundo que abre
es siempre un paraje
antes insospechado.

Wiliam Carlos Wiliams

7 comments:

Xoyoco Luperca said...

Quizá es justo ese gusto por el descenso el que provoca la melancólica rabieta que refieres. Ensaudada, abierta y rabiosa suelo exponerme de vez en vez. La felicidad, por suerte, tmb es mía =). Un saludo y abrazo grande desde esta ciudad empantanada a la que, sin embargo, cada día me parezco más.

Unknown said...

ey lo invito al juego
entre a mi blo'

(nonono, la ciudad no está empantanada lo que necesita son megabificápsulas para rodarlas por las calles y salga la mierda...pero nomás)

Franco Félix said...

éstas chihuahuenses me tienen sorprendido! son tan curiositas.

el poema insospechado de William siempre es un colchón para brincar como cuando éramos niños, recuerdas? así, ese paseo expreso de la memoria.

Xoyoco Luperca said...

(No, esta ciudad es efectivamente un pantano. Hoy lo comprobé porque buscaba una dirección por la Teófilo Borunda, enseguida del canal. Los vapores salían como de una ciénega antigua. Todo, esa curiosidad que menciona Franco, ha de ser por los vapores; comienzo a comprenderlo. Chale! "Curiositas", je.)

overcast said...

Bulbosa: estaba haciendo mis 8 jugadas. pero explotó la maquina en la que estaba, así, katabum. luego no tengo ocho blogeros. serán 5. creo que no abrá bronca. pronto los subo. luperca: todas las ciudades son un pantano pero en este caso me da gusto que la cosa extraña de la felicidad también te pertenesca. un abrazo desde el segundo desierto.

lapesteyyo said...

William es elegante, aunque a veces me acongojaba por común y cotidiano, y no quiero decir que sea malo, sino que cualquier cosa que veamos todos los días, William lo dimensiona en su propia cotidianidad hasta la saciedad. aaaaaaaaaajjjjj¡¡¡.

overcast said...

es precisamente por lo que me late el William mi lapesteyo. porque dimensiona la cotidianidad y mete autogoles, como nosotros.