Un dry martini para México


¿Qué pasa en México? Para estas fechas del año pasado eran miles las muertes por enfermedades respiratorias en el país. Hoy, a causa de la mentada influenza, se han registrado nueve fallecidos, según dice la Secretaría de Salud.
Esta alarma es muy extraña.
Más alarmante, e igual de sombrío, se me hace la muerte de 150 gaviotas en la costa de Sonora, además de seis ballenas y otras especies marinas.
Algo que ya se ha venido diciendo: nuestra nación es el culo de Babilonia. Por allí debe ser la cosa.
Queda la vida y escuchar a Nacho Vegas bebiendo un dry martini.
A ver con qué sale papá gobierno dentro de poco. Vamos bajándonos los pantalones. ¡Salud!

Frases flotantes de la semana


En la carne de los caballos comienzan las revoluciones mexicanas (V)
El culo de las ardillas no brilla (Peli)
Practicar licantropía en las esquinas ayuda a destapar caños (D)
Me gusta comer jícama en los puentes (F)
En 1516 el chabacano producía urticaria a los simios (L)
Mis dientes son mimos rabiosos (A)
Jack Velouria era un diván de terciopelo antes de aquella canción ®


Turkoglov

Hasta aquí llegamos. Nuestro humor a sombrero viejo. Atrás papeles que guardaban el semen de veranos enteros. El sueño y los gases. Recluidos en distancia o mujer. Asistentes a templos de paso. Disueltos entre la calina de los días. ¿Acaso escuchas ladrar a los perros? ¿Calzas un cuerpo tibio? ¿Es posible que una cucaracha que atraviesa la sala te encabrone? ¿Qué pasó con la pista infinita de helio? ¿A dónde fueron a parar la droga y la noche? ¿Miras el fut?

Duelo


Una mujer abofetea a un hombre a las afueras de una funeraria. Me pregunto los motivos. Lo más fácil de imaginar es que ese individuo provocó la muerte, tal vez de manera imprudencial, de aquel que yace en la capilla. Pero puede ocurrir que se trate de una historia que no tiene nada que ver con el difunto. Tal vez en ese momento el tipo fue atrapado en una mentira gorda por la mujer. O quizá éste le pellizcó un seno en plena misa y hasta ahora pudo reclamar la injuria la dama conmovida. Lo cierto es que quien recibe la palmada lo hace de una manera soberbia. Con una sonrisita que sale de toda semántica. Una hilaridad minúscula que difícilmente se podría encontrar en los derredores de un duelo como el que se percibe. Personas jóvenes y enlutadas que entran y salen de la funeraria. Ya se va la mujer que abofeteó al sujeto con la sonrisa leve, maligna. Afuera se queda él, apartado.

De Antología funeraria