Día mundial del ano

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El cuerpo tiene un órgano metafórico
es el lugar de todas las transmutaciones
es el lugar poético por excelencia, el ano
en es sentido que es el lugar
donde el niño y la niña
se encuentran todavía, subrayando todavía
sin el corte, sin la diferencia de los sexos.
El lugar metafórico, el ano,
mierda, niño, regalo, pene
todo es intercambio.
Una gran mujer, mujer de Nietzsche,
mujer de Rilke, casi
mujer de Freud: Lou Andrea Salomé,
habló de la vagina como
eternamente
arrendada al ano.

Osvaldo Lamborghini

Otro adiós para el MAMO que se pinta solo


Me pinto solo

Para salir a la calle con todo y ventana,
Para abanicarme con una cola de pavorreal baleada por el sol,
Para ganar altura como globo que bosteza o nadar en otro firmamento
Y sentarme bajo la curva de un paladar lleno de estrellas;
Para enfrentarme al espejo candente que me mata al día con otro día
Para colocar al tuerto un parche en el ojo sano, me pinto solo,
A dos manos me pinto para que la piel crecida se vuelva tienda de campaña
Y otra vez se ajuste al cuerpo con el mundo dentro;
Para eso y para que la luna en perpetuo eclipse comience a darle rostro a cada nombre,
Para sufrir y ponerme a llover cuando haga falta,
Para no quitar el dedo del renglón aunque el renglón se haya disipado,
Para advertir que a cada instante la catedral del idioma pierde una piedra…
Para ser fuente de ida y cascada de peces al regreso,
Para seguir mi peregrinaje con la carne al hombro, me pinto solo
Y así me pintaré para comerme un pan sin metafísica,
Para abrir la puerta a quien se disfrace de muerta querida,
Para entristecerme con el mar que no conoce a sus olas…
Para enamorarme de una iglesia blanca asentada sobre un pañuelo…
Para ver como los dedos ciegos deletrean las aristas de la nada,
Para oír la ráfaga solar bajo un techo de latidos,
Para enterrar palabras que despeña la amnesia del vuelo,
Para quitarme de encima mi propio cuerpo y ayudar con mis golpes a quien me da de palos…
Para que la inocencia perpetua me imponga al jardín como algo familiar y extraño…
Para ver como unas rocas danzan y otras emigran…
Para romper el recuerdo y su alcancía de lunas…
Para nacer mil veces a deshora de mi hora…

Ahora que las cosas ya no permanecen y advierto otra vez, para mi sorpresa, que también el fuego quema:
No sólo el mundo, no sólo la imagen de mi amada cambiándome por la distancia y las novedades
No sólo la infancia perdida y cada vez más inocente…

Sin conseguir jamás que un árbol se siente a nuestro lado,
Por primera vez olvidado de ser árbol,
Transformado en compañero de viaje,
Enamorado del cielo que retiene con sus ramas
Y de la vida que se pinta sola para pintarlo todo.