La muerte es un automóvil con dos o tres amigos lejanos
-Bolaño

Saint Jordi

Te veías lindísima en ese vestido. Por las calles flores y libros y Pombo y Vila-Matas. Pero a ti te importaba un brócoli. Te importaba el puerto y sus waffles con caramelo. Una caña en el Rabal, una caminata por la Barceloneta.

te dije que las ramblas cercanas al Rabal
siempre están atestadas
por turistas torpes

señalaste que en los bares
cercanos sirven las mejores
patatas bravas

recordé el precio de la cerveza
y lo poco que tardan para
traer los bocadillos

nos fuimos en bus

era día de Sain Jordi
y la ciudad olía a libro abierto

Vila-matas nos pareció de
lo más chistoso

yo casi regresaba a México
y tú mirabas la porción de arroz
con leche en el plato de otra mesa

la caña era de lo más sabrosa
y en nuestras copas se reflejaba
la multitud reverberante

el sonido de cubiertos
y el olor a música que se desprende
del jamón serrano
nos dejó tranquilos
como piedra de río

amé tus ojos amarillos
de barco despedazado
un año sin verano

amé la lluvia ligera
que me recuerda este día
con olor a desierto y musgo

este día tan cercano en la distancia

Las promesas del Monstruario

Con un prólogo de Franco Félix desde la literaria Ciudad Villa Luz, Ediciones Altanoche nos presenta su primera producción: Monstruario, de Iván Ballesteros. Entre plaquette y libro, austero en el diseño pero digno, este cuentario contiene una quincena de textos que exploran la morbidez, la nostalgia y la alucinación -en ese orden-, en el escenario apenas insinuado de una urbe que se edifica desde la ficción.
La primera parte, Amarillo, sin duda la más sugestiva, se constituye de cuatro brevísimos cuentos que hurgan en la nota roja sin pudor, pero que gracias a un lenguaje poéticamente seco, estético en su virulencia, trascienden el testimonio periodístico y se convierten en cuatro certeros balazos, donde la morbosidad llega a convertirse en humor negro, en absurdo. Amarillo invita a seguir con la lectura.
La nostalgia se instala en la segunda parte: Ocupaciones secretas. Un ejercicio de la reminiscencia que nos lleva a un padre mítico, a una madre que se resiste al recuerdo porque el desencanto y la vulgaridad de la existencia no esculpen versos. Vulgaridad que en Final se refleja con crudeza en el manojo de cabellos húmedos que cuelgan de la mano de Marga, en el silencio inevitable de la pareja que ha perdido la ocasión de sorprenderse. “Se habían convencido de lo buenos que eran acompañándose en el péndulo de aniquilamiento que se había convertido su vida”, sentencia el autor con este dibujo del aburrimiento y la aceptación del asco. Entre la crisis existencial y el misterio de los espejos transcurre la segunda parte que cae en la complacencia del cliché con el cuento Intercambios (lugares comunes)-parece admitirlo Ballesteros desde el propio título-, para cerrar con un mucho más cotidiano, pero sin embargo climático, Educación pública o los discípulos de la explosión. En este relato, el autor echa mano de una prosa que linda con la oralidad y el habla y nos relata la locura a la que pueden llegar los maestros de cualquier nivel al enfrentarse cotidianamente a esa tan traída y llevada, tan manoseada, educación. Una locura que se refleja en “ese pausado obstáculo en su mirada, como si años antes hubieran llegado al final de sus pensamientos”.
A pesar de que la tercera parte da título a todo el cuentario, probablemente se trate de la más débil de las tres. Monstruario carece de la contundencia de la primera y de la solidez anecdótica y estructural de la segunda. Uno tiene la sensación de que los textos que componen la última sección del libro son anteriores en el tiempo, cuando apenas iniciaba la exploración del autor en busca de su propia identidad. El mundo de Monstruario es más adolescente, el lenguaje más titubeante y las premisas no nos sorprenden. Por ende, las conclusiones nos dejan ese sabor de boca de estar ante ejercicios literarios y no ante cuentos acabados.
¿Pecados de juventud? Probablemente, pero que se expían gracias a la solvencia de la gran mayoría de los textos. Iván Ballesteros es un autor que inicia y eso nos conduce a la certeza de que estamos ante un escritor que amenaza con una narrativa renovadora, presta a sorprendernos. Por lo pronto, con este su primer Monstruario dice presente. Vendrán Ballesteros más sólidos, seguro, más hecho, y de la promesa que ya es pasará a los primeros planos de la narrativa sonorense, también seguro.

(Imanol Caneyada)
Escritor vasco radicado en Sonora
Texto aparecido en el Imparcial, sección perfiles.
Domingo 22 de julio.

la lluvia anoche

no dejarás pasar los días nublados dice:
hola desvelado corazón
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ese karnalon
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
tomando fotos tú dentro de esa foto?
no dejarás pasar los días nublados dice:

no dejarás pasar los días nublados dice:
una meta foto
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
oh
no dejarás pasar los días nublados dice:
acá hace un día hermoso
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y como te va a ti a parte de eso
no dejarás pasar los días nublados dice:
único
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ooooh
no dejarás pasar los días nublados dice:
vi a tu hermano
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
de lo qu me pierdo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
orale
no dejarás pasar los días nublados dice:
nos dimos un buen abrazo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
eso
no dejarás pasar los días nublados dice:
él olía a suchi y yo a cerveza
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
jejeje
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
par de apestosos
no dejarás pasar los días nublados dice:
jaja
no dejarás pasar los días nublados dice:
está bien loco
no dejarás pasar los días nublados dice:
acá
no dejarás pasar los días nublados dice:
tranquis
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
no has recojido tu carta?
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
te haces viejo pienso
no dejarás pasar los días nublados dice:
es con esta chava no se sabe
no dejarás pasar los días nublados dice:
la tiene en otra parte
no dejarás pasar los días nublados dice:
o no está
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
si, lo se, es la dina
no dejarás pasar los días nublados dice:
je
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
por eso fue lo que fue
no dejarás pasar los días nublados dice:
que bonita la lengua griega
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
oh, justamente ahorita que llegaba de la chamba, abriendo lapuerta de casa, iba saliendo mi vecino de arriba, es griego, nunca nos habiamos topado
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y me despedí de él en griego
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y me entendió
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
jeje
no dejarás pasar los días nublados dice:
chilo
no dejarás pasar los días nublados dice:
estoy trabajando como espía de medios
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ah si eh
no dejarás pasar los días nublados dice:
te digo comento una nota para que sientas la palpitación de hermosillo un poquito
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
haber
no dejarás pasar los días nublados dice:
mira
no dejarás pasar los días nublados dice:
pasó ayer como a las 3:00 de la tarde
no dejarás pasar los días nublados dice:
esa hora infernal en hermosillo cuando las calles son pistas de luz y cegera
no dejarás pasar los días nublados dice:
una mujer voluptuosa, acá, con unos melones de aquellotes. Luego se cargaba la falda más corta del mundo. una mujer sexy, con la boca hinchada y los ojos adormilados.
no dejarás pasar los días nublados dice:
pues hizo la parada a un primero hermosillo
no dejarás pasar los días nublados dice:
el chofer la sube
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
de esas salidas de con bukowskky
no dejarás pasar los días nublados dice:
pero a las cinco paradas le pide a la belleza voluptuosa que se baje
no dejarás pasar los días nublados dice:
que no puede manejar el bus con semejantes presencias brillando en el retrovisor
no dejarás pasar los días nublados dice:
ni la mujer ni los viajantes entienden
no dejarás pasar los días nublados dice:
el chofer le dice que se baje
no dejarás pasar los días nublados dice:
entonces detiene el bus y toma de la mano a la ricura y le grita !bájate!
no dejarás pasar los días nublados dice:
llega la policía
no dejarás pasar los días nublados dice:
aquello es un alboroto de mercado
no dejarás pasar los días nublados dice:
yo no la voy a llevar, me rehúso
no dejarás pasar los días nublados dice:
asegura el chofer
no dejarás pasar los días nublados dice:
el salomónico policía
no dejarás pasar los días nublados dice:
pues si no la vas a llevar dale para el taxi
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
jeje
no dejarás pasar los días nublados dice:
el chofer sacó un arrugado billete de cincuenta pesos y se lo entregó a la mamasita
no dejarás pasar los días nublados dice:
se subió al camión
no dejarás pasar los días nublados dice:
metió el embrague
no dejarás pasar los días nublados dice:
la primera
no dejarás pasar los días nublados dice:
y una nube tóxica hizo carraspear a la chiquilla, el poli no podía dejar de verle los senos brincoteando
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que locuras se pasan por alla, con ese calor
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
no estarian filmando una pelicula narcohillo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
?
no dejarás pasar los días nublados dice:
jaja
no dejarás pasar los días nublados dice:
no
no dejarás pasar los días nublados dice:
pasó
no dejarás pasar los días nublados dice:
neta
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
oh que locura
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ya me imagino
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
seguro se la llevo el poli
no dejarás pasar los días nublados dice:
me reí machín cuando la escuché
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
tierra
no dejarás pasar los días nublados dice:
si
no dejarás pasar los días nublados dice:
pinche poli
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
jejej
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
se me hace que te la contó tu karnalito
no dejarás pasar los días nublados dice:
jaja
no dejarás pasar los días nublados dice:
no
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
suena a historia de él
no dejarás pasar los días nublados dice:
salió en el radio
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
parece que lo escucho
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
jejeje
no dejarás pasar los días nublados dice:
tartamudiando
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
andale jajajjaa
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ayayay
no dejarás pasar los días nublados dice:
qué dice tu nick?
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
glikia i zoi
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
la vida es dulce
no dejarás pasar los días nublados dice:
necesitamos algo de dulce
no dejarás pasar los días nublados dice:
si
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
es un verso de dionisios solomos, uno de los poetas unicos de grecia
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
la vida es dulce y.... la vida es dulce
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
todo lo que transcurre entre esos puntos y el siguiente verso es lo mas maravilloso
no dejarás pasar los días nublados dice:
chingón
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
para despues decir, si, eso es, no hay mas
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
la vida es dulce
no dejarás pasar los días nublados dice:
la vida sí
no dejarás pasar los días nublados dice:
nosotros no
no dejarás pasar los días nublados dice:
somos el sueño de la sombra
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
quiza seamos lo contrario hermanito
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
o solo un rastro de ella, sin reflejo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
sol alli
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
solo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
atrapado en un sueño inentendible, puro e insondable,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
en suma
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
tu
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
el universo
no dejarás pasar los días nublados dice:

∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y luego es todo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
zac,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
se acabo
no dejarás pasar los días nublados dice:
noooo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
o despertaste
no dejarás pasar los días nublados dice:
sigue
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y amaneciste por alla,
no dejarás pasar los días nublados dice:

∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
por rumbos incomprensibles
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y tus ojos se abrieron como flores del amanecer
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
viendo mas alla
no dejarás pasar los días nublados dice:
acá ya es 14:30
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
lo que antes no viste
no dejarás pasar los días nublados dice:
allá
no dejarás pasar los días nublados dice:
donde está todo lo que no sabes
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
aca son las 23: 35
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que loco
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
el mundo de aca está adelantado 5 minutos
no dejarás pasar los días nublados dice:
jaja
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
por eso mucha lluvia y poco verano por aqui
no dejarás pasar los días nublados dice:
acá
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
aqui se esta acabando el mundo mas pronto que alla
no dejarás pasar los días nublados dice:
llovió de lo lindo anoche
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que ago yo aqui
no dejarás pasar los días nublados dice:
bailamos machín fuera de una casa
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
oooooh
no dejarás pasar los días nublados dice:
el bily
no dejarás pasar los días nublados dice:
el frank
no dejarás pasar los días nublados dice:
lavenas
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ni lo digas que me acuerdo
no dejarás pasar los días nublados dice:
la chata
no dejarás pasar los días nublados dice:
el cris
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
lavenas está de vuelta?
no dejarás pasar los días nublados dice:

no dejarás pasar los días nublados dice:
ya lleva 15 días por acá
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
eso, y no regresa por estos laderos?
no dejarás pasar los días nublados dice:
va en a finales de agosto
no dejarás pasar los días nublados dice:
a seguirle
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
eso
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
chido entonces
no dejarás pasar los días nublados dice:
como no
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
dale un abrazote de mi parte
no dejarás pasar los días nublados dice:
ya le va
no dejarás pasar los días nublados dice:
todavía la ataca el jet lag
no dejarás pasar los días nublados dice:
está dormida ahora
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ah
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
jeje
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
pues asi la cosa karnal
no dejarás pasar los días nublados dice:
y qué pasa por allá
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mira, lo unico que mis años me permiten decirte, es que saber, es algo que los demas ya saben, de alguna u otra manera, pienso que es interesante ir alla a donde el saber no se sabe,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y como?
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
yo que se
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
quiza el sueño del que hablamos antes
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
tenga un hueco
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y se llega a otro
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
yo por ejemplo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
uno de los mas bellos momentos en este sueño
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
fue escaparme de uno de esos huecos junto con tom waits
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
sabes?
no dejarás pasar los días nublados dice:
ssta
no dejarás pasar los días nublados dice:
hermanito
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
nos correteaban unos osos diciendonos, orale cabrones, huyan de su vejez, y nosotros corriamos a adentrarnos a otro hueco,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
con nuestra vejez ayudandola del brazo
no dejarás pasar los días nublados dice:
lindo hueco en la sombra
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y nunca la soltamos,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que loco
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
pues eso es lo que puedo decirte hermanito, grecia fue para mi el centro de mi mundo,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mexico es mi casa
no dejarás pasar los días nublados dice:
y literalmente fue el centro del mundo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y busco formulas secretas para partirme en dos, en este mundo en que ahora vivo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
dificil
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
embustero
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
critico e infame
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
poco afanado a la maravilla
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
gris y palpable
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
frio contagioso que se me mete en los huesos
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y me integra
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
a fuerza de dolor
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
de no abandonar
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
de aferrarme a lo mio a lo que soy
no dejarás pasar los días nublados dice:
pero tu con la sangre hirviente
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
martillo que pega a diario
no dejarás pasar los días nublados dice:
constante del latinoamericano
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
cosa inconfundible y puntual
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que me hace llorar
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
por que todo es exacto
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y yo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
tu hermanito del alma
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
no soy exacto
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y lloro
no dejarás pasar los días nublados dice:
a veces hay que hacerlo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
asi este pequeño trozo de mundo en que estoy sumergido,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mi pais este, no es el pais
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
es mi nena que me acompaña
no dejarás pasar los días nublados dice:
ese ejercicio de la tristeza es también de la alegría
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
nada mas quiero aqui
no dejarás pasar los días nublados dice:
allí
no dejarás pasar los días nublados dice:
eres
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
quiero ser en un arbol,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
como en grecia en los olivos
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
me abrazaron, te lo juro
no dejarás pasar los días nublados dice:
soy un experto en dejarme abrazar por los árboles
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
los arboles, los olivos, y me encajaron hasta el alma sus hojas filosas
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
aqui sin embargo, todos ser viviente, es derecho estricto de ser tratado como humano
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y el humano
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
desde mi punto de vista
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ya es demasiado enfadoso
no dejarás pasar los días nublados dice:
para esta vida tan dulce?
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
si, eso quiero decir
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
bueno, el griego
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
me entiendes
no dejarás pasar los días nublados dice:

no dejarás pasar los días nublados dice:
como un zen entiende la llegada del invierno
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
el ecxilio de todo es dulce, tanto hasta doler
no dejarás pasar los días nublados dice:
lo dulce pica los dientes
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
hasta entonces puedes ver
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
y ser, quiza
no dejarás pasar los días nublados dice:
un pájaro
no dejarás pasar los días nublados dice:
como tú
no dejarás pasar los días nublados dice:
siempre
no dejarás pasar los días nublados dice:
no te lo había dicho
no dejarás pasar los días nublados dice:
que platicaba contigo en vivo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
lo que quieras, lo interesante es poder abraazarte un dia de nuevo
no dejarás pasar los días nublados dice:
me pareciste un gran pájaro con el que me bañaba en las plazas públicas
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
el otro dia por ejemplo, en uno de eso trenes que tomo hacia el trabajo, en una ventanilla estaba de pie un tipo, un ivanrojo, y estaba apunto de pararme a abrazarte pensando que ibamos en un multiruta
no dejarás pasar los días nublados dice:
jajaja
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
si
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
asi fue
no dejarás pasar los días nublados dice:
que chilo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
inconciente, claro y deseo puro
no dejarás pasar los días nublados dice:
acá de repenté pasa un david hidrogo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
caminando loco por mitad del bulevar
no dejarás pasar los días nublados dice:

no dejarás pasar los días nublados dice:
buscando algo
no dejarás pasar los días nublados dice:
con mochila
no dejarás pasar los días nublados dice:
y la greña inquieta
no dejarás pasar los días nublados dice:
por cierto
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que loco, seguro soy yo todavia por alla
no dejarás pasar los días nublados dice:
extraño aquel arroz con nick cave que tú solías hacernos
no dejarás pasar los días nublados dice:
aquellos días de hambre
no dejarás pasar los días nublados dice:
y vagancia
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ooooh
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que rico
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
yo casi cada dia pienso en que van a llegar a tocar a la puerta chingando con las quesadillas
no dejarás pasar los días nublados dice:
con cinco pesos nos poníamos hasta la madre
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
a las seis de la mañana
no dejarás pasar los días nublados dice:
mmm
no dejarás pasar los días nublados dice:
algo que se extraña son las quesadillas
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mmmmm
no dejarás pasar los días nublados dice:
a la andres calamaro
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
quesadillas crepusculares
no dejarás pasar los días nublados dice:
quesadillas torres de catedral
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
de la aurora
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
del alba
no dejarás pasar los días nublados dice:
hoy vi el alba
no dejarás pasar los días nublados dice:
estaba empapado y borracho
no dejarás pasar los días nublados dice:
feliz
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
siempre era feliz cuando te veia asi
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
nose,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mejor ya no me hables ni te hablo de esto
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
no sea que mañana llegue a desayunar a con tachi a tu lado
no dejarás pasar los días nublados dice:
je
no dejarás pasar los días nublados dice:
tachi?
no dejarás pasar los días nublados dice:
así le dices?
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
no, como se llamaba tu abue
no dejarás pasar los días nublados dice:
¨aa
no dejarás pasar los días nublados dice:
mi ma coty
no dejarás pasar los días nublados dice:

∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
esooooo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ma coty
no dejarás pasar los días nublados dice:
y esos frijoles míticos
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
nada que ver tachi con ma coty, pero me recuerdo claro como las mas bellas aguas
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
de aquel caldazo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mmmm
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
pero bueno,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
asi son las cosas
no dejarás pasar los días nublados dice:
con esa hambre de todo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
lo hermoso es alimentarse casi diario d esos recuerdos, y cuando no hay pa mas, digamosle al mundo que estamos a dieta, el mundo todo se cree
no dejarás pasar los días nublados dice:
je
no dejarás pasar los días nublados dice:
es un creído
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
mi hermanito,
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
me da paz haberte robado un poco de tiempo con mis majaderías, y te abrazo como tu sabes que te abrazo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
cuidate, al menos hasta que te vea otra vez
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
me voy a rolar, es media noche aqui
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
que lastima,
no dejarás pasar los días nublados dice:
bueno hermano
no dejarás pasar los días nublados dice:
descansa
no dejarás pasar los días nublados dice:
y escápate por el hueco de la sombra
no dejarás pasar los días nublados dice:
por allí nos veremos
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
aqu i uno se muere mas pronto que alla
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
pero a nosotros todavia no, creo, debemos primero encontrar lo que nos pertenece
no dejarás pasar los días nublados dice:
un puñado de vacio
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
aunque quiza nada nos pertenezca, y eso debemos encontrar tambien
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
a ver
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
dijo el ciego sabiondo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
toco un libro como toco el universo
no dejarás pasar los días nublados dice:
un abrazo para ti y para argnes
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
ciao hermanito, igual para el cristian tartamudo
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
bonito el
no dejarás pasar los días nublados dice:
adeu
∫¬µkµà µ ∑oµ... ∫¬µkµà µ ∑oµ... Dionisios Solomos dice:
hella kalei

La nave


Cuando sentimos miedo disparamos

pero cuando sentimos nostalgia,


hacemos fotos


-Susan Sontag


Así nos encontró Chango, encaramados en aquel guayabo del que no caían frutas sino niños y que parecía el brazo de un gigante subterráneo. Ese árbol situado en el patio predilecto de una infancia, como todas, anónima. El patio de aquella casa con techo de lámina en la que sonaba la lluvia como un murmullo apagado de pájaros. La casa de Grulio y Pista. La casa del Tata embalsamado en años y carruchas de madera, el Tata de los mangos pasados y las monedas de a peso.
Aquel guayabo era una nave secreta, intergaláctica, donde Grulio y Pista fabricaban armas y planes. Donde yo recolectaba hojas que aparentaban tener ojos. Donde me gustaba ver la procesión de hormigas llevando insectos muertos o lastimados al gran hongo.
En la foto Grulio y Pista están en primer plano, enfocadísimos. Grulio, el más primate de los tres, colgado de la rama más gorda, de la vena del brazo de aquel gigante subterráneo que también se parecía a las venas de los brazos de Tata carrucha de madera. En la foto sólo alcanza a salir mi hombro, un hombro detrás del pecho de Pista. Un hombro que pensé era mi verdadero aspecto.
Justo después de que Chango (un tipo que se tapaba la calvicie evidente con el pelo que apenas brotaba de su nuca, un tipo ridículo del que nos burlábamos junto a los adultos adictos al café) tomó la foto, Grulio cayó de aquel árbol dislocándose el brazo. A Chango le pareció buena idea tomarle una foto en pleno llanto y Grulio le lanzó tierra a los ojos con la mano que le quedó sana. Tras el llanto potente de Grulio vino su madre y sin conceder explicaciones le dio un sopapo desesperado y me preguntó qué había pasado. Chango estaba ocupado lavándose los ojos en la pileta. La madre de Grulio ya gritaba y junto al llanto de su hijo aquello parecía un mantra de lobo que advirtieron todos dentro de la casa con techo de lámina. Grulio con el brazo dislocado, yo con un ataque de mutismo y Pista carcajeándose como loco desde las alturas del guayabo. La madre advirtió el dislocado hombro de Grulio y llamó a la Tota, un afeminado vecino que daba masajes y que a veces, cuando no había nadie, nos agarraba los huevitos a Grulio, Pista y a mí; jugaba con ellos y después nos daba algún dulce de mantequilla, no sin antes pedirnos que no lo dijéramos a nadie. Nosotros no entendíamos por qué Tota no quería que nadie supiera que nos daba esos dulces maravillosos. Cuando llegó Tota, Chango ya se había terminado de sacar la tierra de los ojos, yo me había bajado del guayabo y Pista seguía en lo más alto temiendo una reprimenda. Tota regresó el hombro de Grulio a su postura y Chango pedía disculpas solemnes pero no dejaba de disparar su cámara. Tota le recomendó a la madre de Grulio que llevara a su casa al niño para sobarlo con pomada de hierba buena. Pista y yo sabíamos que Tota le regalaría un dulce de mantequilla a Grulio. Esa tarde Pista le dijo a su papá que Tota le hacia cosquillas allí abajo y se hizo un escándalo en el barrio. Yo le dije a mi abuela y a Tota no le quedó de otra que largarse.
Hay otra foto donde estamos Pista, Grulio y yo trepados del guayabo. Esa foto la tomó tío Margo y sí que salgo completo. El que está fuera de foco es Grulio pero el que cayó del árbol fui yo, no hubo dislocaciones. Creo que ni siquiera lloré.

Lied marino

Vine a llamarte
a los acantilados.
Lancé tu nombre
y sólo el mar me respondió
desde la leche instantánea
y voraz de sus espumas.
Por el desorden recurrente
de las agus cruza tu nombre
como un pez que se debate y huye
hacia la basta lejanía.
Hacia un horizonte
de menta y sombra,
viaja tu nombre
rodando por el mar del verano.


Álvaro Mutis

La noche habla

Para todos hay
En determinado tiempo, espacio y matemática divina, gozamos de las ceremonias del cuerpo. Ir levantando la falda de alguna desconocida o, en el mejor de los casos, de una renovada desconocida. O ya no la falda, lograr un conecte acá, místico. Para todos habla la noche y para qué digo los días, el mar, tantas cosas. Para todos hay un rescoldo secreto donde podemos ser, apenas, un murmullo, una brizna de polvo o lluvia, una larga caminata.
El problema (si se quiere considerar así) es cuando existen rucos que no saben callarse las ganas de volver a ese momento que quedó, perfecto, en el pasado. Esos boca suelta, llorones como el fantasmagórico y femenino personaje de la canción popular mexicana. Hombres de hierro, según dicen, que quieren sufrir menos que un calcetín (como diría amantemente la poeta del deseo) y se medican para no sufrir la agresión de ser ellos mismos. Se medican y salen a las calles donde les esperan brazos amigos que chipilean su sentimiento de abandono.
El juego de la vida es el ahora en el que se rascan los huevos o sienten la repetición agresiva en la que se han convertido. Luego te miran y te dicen que no sirven para nada, que son poca cosa, que a ellos la vida los ha colmado de ausencias y terror. Pero, ¡ay!, en ese tiempo, que debería ser secreto (para no fastidiar al presente, a la vida que fluye), fueron superman, batman, el hombre araña, y más atrás, padres de un vigor muy poco confiable, y más atrás quién sabe, vagos, nada.
Lo que deberían hacer esos mutantes del tiempo, esos alquimistas de la derrota, es hacerle como todos, en muchos de los casos que se presentan en la vidita: valer lo que vale una verga altísima y seguir con el trayecto, la fiesta en medio del vacío.

a V

-mirar-

lo que me gustó aprender de la astronomía:
que el cosmos es un pizarrón enorme
y todos los días se borra

-amanece-

tenis que penden en alambres eléctricos
(fonámbulos del alba)

el horizonte lapislázuli abre su marea
de sueño hondo

las calles son pistas de baile
para alegres bolsas de plástico

nos miramos

qué importa mañana


-jardín japones-

sueño que tus piernas en mi boca son caramelos blandos
sueño que tu sexo me recorre como un agua lenta y poderosa
sueño un valle blanco donde duermen panteras
(sé que la imagen se refiere a tu baja espalda)
sueño tu boca y un húmedo relámpago me despierta

Anoche


A Óscar Benassini

Hace unos años conocí a un italo-mexicano que lleva un tiempo por Sonora. Pronto dejará el desierto (no sin recuerditos). Cuando recién me presentaron a ese barbón con doble nacionalidad y una historia de vida propia de James Bond (aunque nació en la isla de Pantelaria, pronto, junto a sus padres, emigró a la contigua isla de Sicilia, lugar donde pasó su primera infancia. He notado, a mi ahora amigo italo-mexicano, como recuerda, con evidente nostalgia, el brillo inenarrable, así dice él, del mediterráneo) pensé que se trataba de un tipo odioso con aires de exiliado. Dudé que fuera una persona agradable o medianamente humilde. Su aspecto es, todavía, el de un hombre que ha pasado noches largas en un cuarto más oscuro de la cuenta. Un hombre con mirada llorosa pero con ánimos de enano. El clásico sensible al que las mujeres hacen guiños y se llevan a casa. Total, el italo-mexicano, con el trato y el tiempo, resultó ser una buena persona, fina, o como decimos por acá: a toda madre. Lector voraz de literatura francesa, principalmente los simbolistas, y de literatura Alemana. El tipo resultó ser uno de los mejores conversadores de los últimos tiempos, según wikipedia. Un amigo al que le respeto y le agradezco que escriba narrativa y, a veces, elabore los cuadros abstractos más sugestivos que he visto. El italo-mexicano, escritor, pintor y algo de músico, es pues, un buen tipo.
Desde un tiempo a la fecha somos asiduos visitantes de la cantina Pluma Negra: antro hediondo donde hemos discutido temas varios, pero sobre todo nos hemos emborrachado, reído y en ocasiones, las menos, pasado las horas más irrelevantes de la historia.
Anoche (a mi buen amigo italo-mexicano, escritor de abismos que tubo que emigrar al lugar más inhóspito, el desierto de Sonora, con su madre a inicios de la adolescencia (su padre fue asesinado en Kosovo) por el constante asedio de la KGB) en el Pluma Negra, esa cantinucha virulenta, al todavía joven lumpen conocedor de literatura francesa y alemana, a mi amigo italo-mexicano, un borracho pesado (de los que también suelen visitar el Pluma Negra), un borracho entre cholo y vaquero, entre estúpido y monstruo, le estrelló un ladrillo en la nariz.