Automático.



"Antes de recorrer
mi camino,
yo era mi camino."
Antonio Porcha.

Autopista sin retorno. El paisaje, fuga de antílopes y humo. Montañas que se recargan en el horizonte como viejos perros de pueblo que apenas ladran sostenidos por paredes herrumbrosas. Postes de luz tomados de manos delgadísimas donde los pájaros flotan. Kilómetros de música silenciosa y señales de cortesía.

El zumbido de la vida como una mosca que crece entre el follaje. Zonas de descanso para cuerpos anónimos que se estiran bajo la lluvia apenas. Desbarrancaderos contenedores de automóviles chatarra. De accidentes viejos y miradas abismales. Nubes bajas conducidas por fantasmas.

Polillas suicidas que atraviesan la nada, estampas en un vidrio ahumado por la niebla. El ebrio transcurso de las horas y árboles lejanos que saludan como recuerdo de infancia. Llegar, ¿a dónde? El chofer que soy lleva a su jefe moribundo y vital al mismo tiempo. Un regente que desaparece en el retrovisor y es lo que va quedando. Lejos, de nada lejos.

2 comments:

cuchillodearena said...

quiero conducir

MARS said...

Si fuera roadtrip, creo que hubiera escogido antes de irme este trayecto y lo que venía con él.

Sobre su blog, me atreví a escribir algo acá....

Salud!.