Un cachito

Claustro de Sor Juana. Lap top de nuevo a reparación (que lata). Metro dirección Balderas, luego dirección Universidad. Facultad de medicina. Facultad de filosofía y letras. Torta de pierna con quesillo y papas a la francesa. Una ligera llovizna. Los pajaritos, esos comunes color fríjol pinto, quieren que les comparta de mi torta. Son un buen. Lanzo una papa enorme. La atrapa uno pequeñísimo. Apenas puede volar con la enorme patata frita en su pico. Los siguen dos gorrioncillos hasta que se detiene y uno de los perseguidores le arrebata el alimento, no sin ser perseguido por el despojado y el tercero que ronda. Cuando se detiene con la intención de comerse el enorme tubérculo el tercero se la arrebata y vuela despavorido. Detrás de él las otras dos aves lo persiguen frenéticamente. Y así se pierden en las islas de CU.
Camino bajo la lluvia ligera. Por fuera del MUCA una piedra prehispánica con forma de serpiente me invita a lectura: Sputnik mi amor (qué ganas). Una chica me toma fotos. Dejo el libro y saco mi diario. Llueve con más fuerza.

5 comments:

Omar Bravo said...
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Omar Bravo said...

Parece que te estoy viendo, loco. Me llega un olorcito a arboles altos, a piedras verdes, tierra mojada por la lluvia.

overcast said...

Así hermano. no ha parado de llover y los árboles son altos y las piedras resvalosas y las calles infinitas.

venecia lopez said...

me encanta como narras la azaña de un ave por una patata.

Besos.

Aurora García said...

Y qué tal el MUCA? Ya está funcionando?