Fui a San Nicolás, un lugar alucinante. El sitio está rodeado por dunas gigantescas que parecieran las caderas de una morenaza dormida (algunos verán los senos). Cuando se entra a San Nicolás se entra en otro mundo. Uno menos hostil donde morenazas enormes dejan recorrer su cuerpo desnudo o hacer sand boarding sobre la arena (siempre he creído que el número de granos de arena de todas las playas del mundo corresponde a la cifra correcta del infinito).

11 comments:

Omar Bravo said...

Algunos veremos otra cosa.

Alfonso López Corral said...

y otra

overcast said...

es respetable, pero mi opinión es unánime.

Omar Bravo said...

tanto como la mía...

Alfonso López Corral said...

y la mía

overcast said...

jaja

gato. said...

De niño yo contaba las estrellas para entender el infinito, luego llegó el astigmatismo, la miopía, la hipermetropía...

Omar Bravo said...

dile a tu mamá que te lave los ojos con cocimiento de manzanilla

Aria said...

Hace mucho que no viajo.

Eso de la arena y el infinito, no sé, no termina de convencerme, pero es una buena teoría, no se me hubiera ocurrido.

Saludos.

venecia lopez said...

yo, definitivamente, apoyo al Omar Bravo.
Saludos, guapos.

overcast said...

lo de la arena y el infinito no es una teoría. es una creencia como la que existe dios padre o que la selección mexicana algún día ganará algo importante.