Agua


Sería estupendo que el lector de este relato leyera viajando en un asiento de camión (Del lado de la ventanilla). Es necesario que el autobús atraviese un puente. El cuento inicia cuando el lector deja de serlo, es decir, para de leer. Ahora es el personaje. El personaje descansa la vista en el agua de un pequeño riachuelo que corre, manso, por un lado de la carretera. Le llama la atención el movimiento, que percibe insólito, del agua entre las rocas, rocas que de pronto se le figuran esculturas del rostro de su padre. Lo mejor sería que justo cuando el autobús termine de cruzar el puente el personaje pida la parada. Ya en tierra deberá ajustarse bien la bufanda porque un viento helado se arremolinará sobre él tumbándole la gorra. El cuento continúa cuando el personaje, en cuclillas, recoge la gorra mirando, desde un ángulo gracioso, el riachuelo y las piedras. Cree escuchar entonces que el agua turbia le habla. Le dice, entre otras cosas, “Ben”. El personaje, supongamos, se llama Ben, y cree que algo sobrenatural, una especie de iniciación, ha llegado a tocar su existencia.
-Continúa

1 comments:

MM said...

yo soy Ben. o más bien, eso quisiera.