Vine a llamarte
a los acantilados.
Lancé tu nombre
y sólo el mar me respondió
desde la leche instantánea
y voraz de sus espumas.
Por el desorden recurrente
de las agus cruza tu nombre
como un pez que se debate y huye
hacia la basta lejanía.
Hacia un horizonte
de menta y sombra,
viaja tu nombre
rodando por el mar del verano.
Álvaro Mutis
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1 comments:
pobresito poema.
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