Te veías lindísima en ese vestido. Por las calles flores y libros y Pombo y Vila-Matas. Pero a ti te importaba un brócoli. Te importaba el puerto y sus waffles con caramelo. Una caña en el Rabal, una caminata por la Barceloneta.
te dije que las ramblas cercanas al Rabal
siempre están atestadas
por turistas torpes
señalaste que en los bares
cercanos sirven las mejores
patatas bravas
recordé el precio de la cerveza
y lo poco que tardan para
traer los bocadillos
nos fuimos en bus
era día de Sain Jordi
y la ciudad olía a libro abierto
Vila-matas nos pareció de
lo más chistoso
yo casi regresaba a México
y tú mirabas la porción de arroz
con leche en el plato de otra mesa
la caña era de lo más sabrosa
y en nuestras copas se reflejaba
la multitud reverberante
el sonido de cubiertos
y el olor a música que se desprende
del jamón serrano
nos dejó tranquilos
como piedra de río
amé tus ojos amarillos
de barco despedazado
un año sin verano
amé la lluvia ligera
que me recuerda este día
con olor a desierto y musgo
este día tan cercano en la distancia
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3 comments:
qué lindo día.
Que suave recordar así.
Me puse a pensar ¿Cuántas veces he sido yo ese turista torpe atascando los pasillos?
Qué suerte que mi ciudad es pobremente turística.
Amo la caña de azúcar, y el arroz con leche sólo cuando está en mi mesa.
Un saludo
D.
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